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segunda-feira, março 21, 2011

O Chocolate da discórdia

Estava precisando relaxar a mente naquele domingo e resolvi assistir a um filme. Decidi por La Fiebre del Loco, filme chileno que retrata a criatividade do ser humano em desenvolver a maldade quando a ganância toma conta da sua vida.
Excelente história!
Minha mente acalmou, mas fiquei confrontado com o ensinamento do filme.
Segundo o Wikipédia, ganância é um sentimento humano negativo que se caracteriza pela vontade de possuir somente para si próprio tudo o que existe. É um egoísmo excessivo, direcionado principalmente à riqueza material, nos dias de hoje, pelo dinheiro. Contudo, é associada também a outras formas de poder que influenciam as pessoas de tal maneira que seus praticantes chegam ao cúmulo de corromper terceiros e se deixar corromper, manipular e enganar chegando ao extremo de tirar a vida de seus desafetos.
Comecei a pensar nas situações que me deixaram levar por esse egoísmo extremo e me lembrei da Donnalyn, uma menina de seis anos que conheci em Lima, quando viajei para o Peru em 2005.
Essa menininha mora na capital peruana, mais precisamente, no distrito de San Juan de Lurigancho, num morro chamado Cerrito Feliz. A situação de sua família não era muito boa, mas ela sempre estava com um sorriso no rosto. Sei que estar com um sorriso no rosto não quer dizer nada, porque mascarado hoje em dia é “mato”, mas uma criança de seis anos não ia ficar “pagando” simpatia pra ninguém.
Ficamos 30 dias em Lima. Na hora de dormir, eram vários colchões no chão de uma cozinha em construção. Ali nós nos amontoávamos e dormíamos. Como sempre meu guarda roupa era minha mala.
Eu sempre ia até a venda e comprava chocolate chileno pra alimentar meu vicio, e às vezes comprava logo três, comia um e “muquiava” dois na minha mala. Esses dois eu comia quando não tinha ninguém por perto, porque na verdade, não queria dividir com ninguém. Até hoje não sei se era só eu que guardava o maná!
Certo dia, nós fomos fazer um trabalho com as crianças de uma comunidade carente. E antes de chegar, passei na venda e comprei um pacote de bolacha. Ofereci para o Mario e para a Donnalyn e os dois aceitaram. De repente, olhei para a menininha e ela tinha repartido a bolacha em duas partes e foi oferecer a outra criança.
Olhei para o Marião e na hora nós ficamos em choque. Talvez ele também guardasse chocolate na mala, ou não, mas nós sabíamos o quanto de ganância carregávamos no coração.
Fomos desmascarados por uma “niña” de seis anos!
Estávamos lá para falar do amor ao próximo, de repartir o pão e num pequeno gesto, descobri o quanto precisava viver aquilo que eu estava falando. Porque na verdade, falar até papagaio fala.
Talvez seja um exemplo pequeno, comparado às atitudes cometidas no filme, mas eu parei para refletir no egoísmo que eu vivo diariamente e nas maldades que leio nos jornais.
É muito fácil se deixar levar e cair na ilusão do querer e esquecer que ser é mais importante do que ter.
Foi uma boa escolha pra relaxar a mente, já faz um mês que assisti ao filme e até hoje a reflexão está impregnada na minha cabeça.

quarta-feira, março 09, 2011

Caminada que emociona

En un domingo de temperatura agradable y con la calle Seoane tranquila, a las 4 de la tarde Jorge y su esposa Viviane llegaron en la iglesia Kairos para la entrevista.

La iglesia estaba vacía, las sillas no estaban puestas y el clima era de paz y tranquilidad.

Nos sentamos y empezamos a hablar un poco de nuestras vidas. Después de 30 minutos de charla empecé a preguntarle de su historia.

Jorge Eduardo Pórcel Arce, nacido en Santa Cruz de la Sierra, es un ser humano privilegiado.

En su vida se puede encontrar muchas emociones y desafíos que muchas veces fue difícil soportar.

- Hey Jorge, no aparentas tener 32 años, pensé que tenías 24.

- No Marquinho, tengo 32.

Mientras su esposa nos preparaba un cafecito, Jorge me mostraba sus marcas en la cabeza.

Cicatrices que dejan recuerdo del trágico accidente que sufrió hace dos años.

Este camba tuvo una infancia normal, creció en la iglesia y siempre paraba en la casa de parientes porque tus padres trabajaban.

No entró para el mundo de las drogas ilícitas pero desde sus 8 años fumaba cigarrillo y durante su juventud tomaba alcohol con frecuencia.

- Yo tenía todo en mi adolescencia. Tenía mujeres y plata, pero no era feliz.

Aunque frecuentaba la iglesia semanalmente, Jorge tuvo un encuentro verdadero con el Señor cuando tenía 18 años. Su amigo Kadir le influenció. Siempre estaban juntos, pero Kadir no se perdía. No tomaba y no fumaba. Curioso, Jorge quería un cambio en su vida y trancado en su cuarto se puso a orar al Señor:

- Señor, quiero tener un relacionamiento contigo como tiene Kadir.

Estudió Administración General en la Universidad Evangélica Boliviana. Trabajaba en preparación y evaluación de proyectos en la Unidad de Desarrollo Florestal.

Tuvo una relación en secreto con una chica durante un año y en este tiempo se alejó del Señor.

El fruto de este relacionamiento es André, hoy con 8 años.

Cuando André cumplió 3 años, su mamá se fue a algún lado y lo dejó con Jorge. En este tiempo, padre e hijo se quedaran muy próximos y construyeron una linda amistad. Su mamá volvió hace 1 año y ahora lo tiene con ella.

Jorge volvió a Dios después que Andrés nació. Tuvo la oportunidad de ir a una organización misionera llamada JUCUM (Juventud con una misión). Participó de JUCUM en Bolivia y Chile. Se tornó miembro de la iglesia Kairos después de una mala experiencia en su antigua iglesia.

Dice que sus antiguos líderes lo colocaron en disciplina y el castigo por haberse alejado de Dios era no tener ayuda de nadie durante 1 año, o sea, caminar solito. Después de 1 año se fue a Kairos.

Empezó como pastor en 2007.

- Al principio me sentía asustado por la responsabilidad, tenía que ser ejemplo. Hoy todavía siento el peso de la responsabilidad pero ya no estoy asustado.

En Kairos fue donde conoció su esposa. Se quedaran 6 meses como novios y después se casaron.

Cuando todo parecía tranquilo y perfecto, un camión manejado por un hombre borracho intentó borrar la nueva fase en la vida de esta familia.

- Era un día normal y la calle estaba tranquila. Volvíamos a nuestra casa y solo me acuerdo que vía un camión que aceleraba y frenaba. Ya no me acuerdo de lo que pasó…

Su esposa cuenta que el camión vino en alta velocidad y chocó al lado de Jorge, que manejaba.

Ella desmayó pero en algunos minutos despertó. Cuando abrió sus ojos miró Jorge en su falda, totalmente ensangrentado.

Personas llegaron al local para ayudarles. El hombre del camión bajó del vehículo y se durmió en la calle.

Fueron llevados con urgencia al Hospital Niño Jesús. El estado de Jorge era pésimo y los médicos ya le daban como muerto. Le hicieron tres cirugías, dos en el estomago y una en la cabeza. Por no encontraren una hemorragia interna que lo hinchaba, lo llevaron al Hospital

Foianini, uno de los más caros de la ciudad. Ahí le hicieron una cirugía en el estomago y una en la cabeza.

Los médicos no creían en su recuperación y dijeron que su permanencia en el Hospital sería de seis meses. También decían que posiblemente él iba quedarse con deficiencia mental.

Jorge soportó una semana y media en coma. Soportó las cirugías. Y en 29 días salió del Hospital para espanto de todos.

- Los médicos decían que era un milagro y juraban que yo iba a morir.

Son diversas las secuelas. Tiene marcas de las operaciones, su oído y su brazo izquierdo está un poco dañificado y su cabeza tienes algunos huecos.

También hizo cirugía plástica en su rostro, donde también colocaron placa porque estaba muy deformado.

Ya en su casa, dice que tuvo problemas en su cerebro. No tenía emociones, se portaba como una persona bruta y aburrida. Después volvió a su estado emocional natural.

- Mira, y el tipo del camión?

- Fue preso, pero está libre.

No hubo solamente secuelas físicas. 40 mil dólares fue el valor que su familia tenía que pagar.

- El padre del camionero pagó 5 mil dólares. Mi familia hizo almuerzos para recaudar fondos y personas de diversos países mandaron dinero para ayudarnos.

Después de este susto, tenía el desafío de volver a sus actividades normales. Tenía su familia, la iglesia y los nuevos desafíos.

- Volver a la iglesia fue como volver a vivir, fue diferente. Era como conocer de nuevo a la gente.

Hoy, Jorge está en una fase bien especial de su vida. Su esposa está en su séptimo mes de embarazo. Está llegando un hombrecito para traer otras novedades a la casa.

Jorge cree que su esposa fue personaje principal en la fase del accidente. Dice que Viviane en el día siguiente oró a Dios y lo escuchó. Confió en la palabra que el Señor la había dado, que sería una momentánea tribulación. Así pudo caminar firme en esta horrible situación.

Las dificultades no sacaron los sueños de Jorge. Quiere más hijos y trabajar mejor en la iglesia. Tiene la sensación de milagro, que toda esta situación del accidente le enseñó a confiar en Dios, a depender de El, que El suple y nos da a conocer de su carácter a través de las situaciones.

- Marquinho, vale la pena confiar en Dios. Dejar todo al Señor y descansar.

                                                             Entrevista realizada en 03/2010

terça-feira, março 08, 2011

Johab - Olha - PV

Eran las 23­­:00 de la noche del domingo 16 de julio del 2005. Primer día en mi Escuela de Entrenamiento y Discipulado en Juventud con una Misión (JUCUM), San Pablo. Estábamos todos durmiendo, cuando nos despertamos con una fuerte voz que venía del pasillo del alojamiento. Abro la puerta del cuarto, encuentro un tipo moreno, flaco, vestido de chino, gritando que su fiesta de despedida había sido sensacional. Allí empezó nuestra amistad.

Su nombre es Johab da Silva, brasileño, paraibano de nacimiento y paulista de corazón. Un muchacho que tiene muchos apodos. En su iglesia es conocido como hermano Johab, entre los graffiteros y pixadores es el famoso Olha, para su mamá es Jo y para mí es el Trece. En San Pablo el número trece es sinónimo de un tipo loco.

Hace unos tres años que no nos encontramos personalmente. Debido a la distancia geográfica, Trece viviendo en los EE.UU. y yo en  Bolivia, la charla fue por Internet, la tecnología que nos hace sentir más cerca de nuestros amigos.

-         Hola Trece, ¿cómo anda todo por allí?

-         Bien Marquinho, trabajando mucho.

Johab es casado con Kaite, una estadounidense que conoció cuando estuvo en JUCUM Argentina y hace un año que descubre cómo es tener una vida de casado. Pero no ha perdido su alegría de joven, continúa siendo el mismo chico explorador y creativo como cuando era soltero. Explorador porque busca aventuras y novedades para su vida, y creativo porque es un artista con las pinturas y sprays.

-         Trece, ¿cuándo descubriste tu talento en el arte?

-         Empecé a dibujar temprano y me destacaba en las clases artísticas del colegio. En 1990 fui influenciado por la pixaçao. Crecí asistiendo a diversos grupos de pixadores que “destruían” el muro de mi casa. Después empecé a pintar comercios, donde desarrollé mucho mi talento. Así fue…

En San Pablo, Buenos Aires y en algunas ciudades de los EE.UU. es posible mirar sus graffites por las calles. En las salas de algunas casas de familias se puede encontrar sus bellísimos cuadros y en el mundo virtual de la Internet se puede apreciar sus páginas con fotos, videos e informaciones diversas.
Apasionado por el desafío de graffitar trenes, recordó una experiencia espectacular que tuvo. “Estábamos en Carapicuíba – SP, Gueto y yo, en la línea del tren. Ese día pintamos muchos trenes pasajeros y como fue fácil resolvimos volver la semana siguiente para hacer un whole car (coche entero). Tenía más de quince sprays nuevos y Gueto también tenía los suyos. Cuando empezamos a pintar, apareció un monstruo gigantesco (un policía ferroviario) y luego 15 más de ellos con palos corriendo tras de nosotros. Como mi mochila estaba muy pesada, la boté con mi dinero, con la llave de  mi casa y mi polera, solo saqué mi cámara fotográfica. Ese fue un día memorable.”
Johab Silva salió de Paraíba con su mamá y sus tres hermanas hacia San Pablo, después de que sus padres se separaran. Dijo que llegaron a la capital paulista sin nada. Empezaron a vivir en una casita alquilada donde sólo había un colchón, en el famoso barrio Jardín Elba.

-         Trece, ¿tuviste una buena infancia?

-         Sí Marquinho. Fue una infancia perfecta. Sólo no fue más perfecta porque no tenía a mi padre y me influyeron mis amigos más viejos. También sentía la falta de un hermano.

Aunque su infancia y adolescencia fue sin un padre, Johab no siguió el camino de algunos de sus amigos que se perdieron en el mundo del tráfico de drogas, sino que trabajaba en una panadería, donde recibía un el sueldo con el que ayudaba su madre.
Este aventurero no es solo pinturas y muros. También es un aventurero misionero.
“! Fue increíble ! Yo estaba en la línea del tren y sentí el deseo de ir a la iglesia. Pensé: “Hoy es el día”. Dejé a mis amigos con los trenes y me fui al templo cristiano donde mi mamá asistía. Mientras salía, mis amigos me decían que yo estaba loco. Ese día recibí a Jesús como mi Señor y Salvador. Que día más extraordinario… Mi mamá siempre oró por mí, Marquinho.”

 -         ¿Tienes un llamado misionero, verdad?

-         Sí, lo tengo. A la China.

-         ¿Por qué China?

-         No es por qué China, sino Dios decidió la China para mí.

-         Está bien Trece…

Johab Silva pasó 2 años en Juventud con una Misión, en las bases de San Pablo y Buenos Aires. Trabajó mucho en el evangelismo, artes, comunicación y discipulado. Tuvo experiencias maravillosas, pero también experiencias decepcionantes. Dijo que sus líderes de JUCUM San Pablo, su tiempo en JUCUM Argentina y el corte del sustento que tenía de su iglesia, le causaron desilusión.

Ahora está lejos de su familia, viviendo en una nación que tiene una cultura totalmente distinta de la brasileña. Este joven guerrero, que hace milagros con los sprays en sus manos, está fuera del lugar donde todo comenzó. Está lejos de sus amigos y de su familia. Por ironía de la vida, trabaja en una panadería, donde dice que llegó un nuevo jefe que se parece a Adolf Hitler, que es malo con los empleados y piensa que es mejor que los otros.

-         No sé como es vivir ahí Trece, ¿cómo se siente estando en un país tan monstruo como Estados Unidos?

-         Mira…en todos los países perdemos de un lado y ganamos del otro. Aquí con mis trabajos artísticos ya pude comprar algunas cosas que siempre soñé tener, pero extraño la libertad que tenía en San Pablo. Esa libertad ningún dinero me la puede comprar. Siento la falta de mi familia y de mis amigos. Estoy más seguro aquí, pero la vida en esta tierra es sólo trabajo, trabajo y trabajo. La gente es muy cerrada.

Trece tomaba su café brasileño mientras yo le preguntaba sobre sus planes para el futuro. Con tantas oportunidades que surgieron en esta nueva fase de su vida, me contesta diciendo: “Mi futuro está en las manos de Dios, pero eso no impide que yo planifique. Quiero llegar a la China, no sé si está lejos o cerca ese día, pero ya tengo buena parte de los materiales que necesito para desarrollar mi ministerio en esa nación. También quiero estudiar.”

Mi tiempo en el Internet  ya estaba terminando. Trece me mostraba sus nuevos cuadros y me decía que sus trabajos están cada vez mejores y el graffiti corre por sus venas.

-         Así es Marquinho, Dios, familia y calle…!así es y siempre será!

-         Belleza Trece, nos vemos otro día. Te extraño hermano, ¡é nóis! (siempre estaremos juntos).

-         También te extraño loco…

                                                                                                            Entrevista realizada en 12/2009